AMANDA
6:55 a.m - Enero
Una chica se precipita rápidamente por la acera hacia la roja marquesina de autobús, jadea por el esfuerzo de la carrera y contempla fijamente el autobús que está a punto de perder. Sus pulmones arden y la castigan a cada zancada. Llega justo cuando el conductor está cerrando las puertas del autobús urbano y arranca. Ella sin resignarse a perderlo, le da una patada a una de las puertas de cristal haciéndole ver al conductor su enfado. Por fin sube al autobús, con una respiración anormalmente agitada llamando la atención de muchos de los pasajeros, a los cuales ella les responde con una mirada de circunstancias provocando que casi todos desvien la mirada, todos salvo su amiga quien con los cascos del mp3 puestos la contempla con una ligera sonrisa.
Amanda se gira hacia el conductor mientras rebusca en su mochila repleta de sus libros y la carpeta llena de apuntes del bachillerato de Artes Escénicas.
Un sudor frío y un escalofrío se apoderan de ella de golpe, se ha dejado el abono en casa. “mierda”, piensa “ No puede ser”.
Eleva la mirada, con una expresión suplicante en el rostro pero el conductor no siente ninguna compasión hacia ella. Desesperada vuelve a mirar hacia su amiga.
- Un segundo, por favor. - le dice al conductor y se acerca rápidamente a Isa, trastabillando ligeramente por el bamboleo del autobús en marcha. - Tia, ¿me puedes dejar un pavo? Me he dejado el abono.
- ¿Qué? - contesta ella mientras se quita uno de los cascos y la mira con los ojos legañosos.
- Que me he dejado el abono y necesito dinero para ir a clase.
Los pasajeros vuelven a contemplar esta vez a las dos chicas juntas, al loro de la conversación que ambas amigas mantienen.
-Pues no tengo ni un duro. - le contesta Isa.
Amanda se muerde el labio algo desesperada y mira a su alrededor buscando ayuda. Se acerca a una mujer que la mira fijamente muy atenta a su conversación. Cuando comienza a caminar, dicha mujer empieza a negar un poco con la cabeza, lo que hace que ella se pare en seco en medio del autobús, sin saber qué hacer.
Nota un toquecito en su espalda y al girarse se topa con un hombre, que se ha levantado de su asiento y que ha sacado una cartera de cuero negro de su bolsillo.
- Si quieres yo te puedo dejar dinero, como nos vemos todos los días en el autobús, me lo podrás devolver cuando quieras. No te preocupes.
Amanda absorta, no se puede creer la suerte que ha tenido. Sonríe ligeramente.
-Muchísimas gracias. - contesta con un ligero murmullo.
-No te preocupes. - el hombre abre la cartera y tras comprobar el dinero que lleva en efectivo, mira hacia la chica. - ¿Cuánto necesitas? ¿diez? ¿Veinte?
-Con diez estará bien. - contesta ella con los ojos abiertos como platos a causa de la sorpresa.
Se acerca al conductor con el billete firmemente agarrado. El conductor que antes le había parecido hostil, ahora le parece lo más amable del mundo, pues rehusa de aceptar el dinero de la chica y le deja ir en el autobús sin pagar el viaje.
Ella vuelve a donde le espera su amiga, y tras contarle lo que ha pasado, se recuesta en el asiento y suspira, dando gracias de poder ir al instituto aquel día.
ISABEL
La suave melodía de un piano envuelve la pequeña habitación. Un bulto bajo el edredón de una cama se mueve con lentitud, dejando asomar una mano que tantea a ciegas sobre la mesilla de noche hasta localizar su objetivo: el móvil, y su correspondiente alarma. La melodía cesa, y el bulto de la cama se desenreda hasta dejar ver a la joven chica, ojerosa y blanca cual fantasma que se sienta sobre la cama. Ella mira la hora: las 06:20 de la mañana. En su fuero interno maldice la existencia de los despertadores, así como de las resposabilidades que la obligan a programarlos. Se despereza ruidosamente, se viste, y a continuación camina hacia la cocina de todas las maneras posibles menos con rectitud. Con pasimonia y pereza abre la nevera y comienza a prepararse el desayuno, pone el microondas en marcha y se limita a esperar mientras escudriña atentamente el calendario colgado en la pared, y mentalmente echa cuentas. “ Mes y medio” piensa ella “mes y medio, ya casi no queda nada”. Tras un par de minutos, se encoge de hombros y abre la puerta del microondas. Una risa silenciosa se escapa de su boca al darse cuenta de que ha introducido un vaso de cristal en el electrodómestico: pero sólo eso. Sin leche ni nada por el estilo.
Finalmente, y esta vez prestando más atención, vierte leche en el vaso y vuelve a calentarlo.
Desayuna sin prisa, pero sin saborear precisamente lo que ingiere. Mira el reloj: las 06:50. Con un último trago apura lo que queda de leche y se dirige al baño para lavarse la cara, los dientes, y peinarse un poco el pelo. Observa su rostro en el espejo, y pasa por su cabeza la idea de maquillarse un poco, pero la desecha con rápidez al ver que en cuestión de minutos tiene que salir de casa. “Mañana me despierto antes para arreglarme”, pero da igual cuántas veces se lo proponga, nunca lo hace.
A lo lejos oye la alarma del móvil de su padre, señal de que tiene que salir ya si no quiere perder el autobús. Se echa la mochila al hombro, coge las llaves, cierra dando un portazo y se precipita escaleras abajo hasta llegar al portal, abrir la puerta del mismo y salir a la calle. Como siempre, llega puntual a la marquesina del autobús, pues nada más detener su paso ve como dobla la esquina. Sube, enseña el abono, y se dirige al sitio de siempre, unos asientos dobles situados casi al final del todo. Tras un par de minutos el autobús llega a la parada donde debería de subirse Amanda, pero no la ve. Y cuando el vehículo se pone en marcha de nuevo, un golpe en las puertas hace que se detenga bruscamente dejando entrar a su extasiada y casi ahogada amiga. Isabel ve como busca algo en su mochila con gesto de preocupación. Amanda la mira, pero ella se encoge de hombros. Se acerca hasta donde se encuentra y le pregunta:
-Tía...¿Tienes un pavo?
-¿Un qué?-responde mientras se quita uno de los auriculares de su MP3
-Un pavo, que me he dejado el abono en casa y no tengo dinero para viajar en el bus.
-Pues no....no tengo ni un duro...
Amanda busca nerviosa con la mirada entre los pasajeros del vehículo, en busca de ayuda. Al principio parecen reticentes...pero finalmente un hombre se ofrece a prestarle dinero, asegurándole que no supone ningún problema para él, pues ya la conoce. El conductor parece apiadarse de ella dejándola viajar sin pagar el billete, por lo que Amanda se deja caer rendida en el asiento al lado de Isabel. Suspira, y cierra los ojos.
Una vibración de un móvil saca a las 2 de su inexistente conversación. Isa saca el móvil y gesticula disgustada.
-Jaime me ha enviado un sms- anuncia tras unos segundos.
-¿Y qué dice?
-Que me quiere.
-Joder tía, eso está bien, no sé por qué te molesta.
-Pues me molesta que me quiera sólo cuando no me ve y no cuando estamos juntos, que por el contrario no hacemos más que discutir.
Amanda no contesta. Isabel mira por la ventana y se pierde en sus pensamientos, mientras no deja de darle vueltas a que esa relación no tiene ningún tipo de futuro, no mientras se sienta manipulada y observada. “Algún día mi suerte cambiará” Piensa ella. Y no, no se equivocaba...
la parte del autobus, me dio un poco de risa xD
ResponderEliminarpobre Amanda, pero q gentil ese hombre eh!
uhm..quien sera?? :P
La parte de Isa me recordo un poco a mi xD
es un tormento levantarme temprano, y no alcanzo a arreglarme jajaa
Esa ultima parte me dejo intrigada... :S
Me alegra q sigas escribieno Isa, aunq me da nostalgia xq ya acaba Back to the 90s u_u
En fin, esta historia me agrada mucho :)
Espero q la puedas seguir pronto
Saludos :)
a mi tampoco me da tiempo a arreglarme, voy con el tiempo justo, y lo de ya mañana me levanto mas temprano... siempre lo pienso y nunca lo hago xD
ResponderEliminarme encanta como escribes, espero qe no tards mucho en subir el proximo =) Un besoooo =D
Buenas, gracias por los comentarios, Isa y yo estamos muy agradecidas de que nuestra historia conjunta le guste a la gente, un beso!
ResponderEliminarla verdad es que la historia es "rara" porque no estoy acostumbrada a una en conjunto pero solo porque las haceis por separado pero me encanta de todas maneras, está muy bien =) me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarHola soy fans michael jackson hacen 24
ResponderEliminary le es escrito mil poema de amor mira aquí te dejo mi bloc y te recuerdo que nuestro bloc se alimentan de nuestras visitas y comentarios me gusta comentar pero tan bien me gusta resivir acepto cualquier critica de mi bloc pues de las critica es que llo aprendo..
http://myangeldeluz.blogspot.com/